Esta acción muestra lo que es un gran servicio público con todas las letras: agentes de la Jefatura Superior de Policía de Aragón salvaron la vida de un joven de 21 años que padecía una gran depresión y quería quitarse la vida, el pasado día 4 de febrero en una zona próxima al río Ebro.
Según informa el citado cuerpo en una nota, fue una amiga del joven la que alertó al CIMACC 091 de lo sucedido, enviando una fotografía del lugar donde se encontraba. Los operadores no tardaron en localizar la ubicación, personándose en el lugar una patrulla de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana a los pocos minutos.
Los policías, que demostraron una gran habilidad verbal, lograron tranquilizar a este joven, realizando un destacado trabajo psicológico. Se acercaron a él y le transmitieron la serenidad necesaria para que depusiese su idea autolítica, consiguiendo abrazarlo y bajarlo del lugar donde se encontraba, para posteriormente ser atendido por una ambulancia que lo trasladó al Hospital Miguel Servet.
Tanto él como su familia agradecieron la gran labor psicológica que estos dos agentes realizaron, donde consiguieron frustrar el propósito inicial que esta persona tenía en la mente.
La Policía Nacional recuerda que en nuestro día a día nos podemos encontrar con personas que están inmersas en una depresión, sin tan siquiera darnos cuenta. Es muy importante identificar esta enfermedad y en caso de encontrarnos ante una persona con estos síntomas poder ofrecerles ayuda o una serie de recursos como puedan ser los teléfonos de emergencias; derivarlos a un especialista de la salud; el teléfono de la esperanza o diferentes asociaciones entre otras.